AVENTURA EN LA COCINA
(Sonsoles)
Había terminado la larga jornada
laboral y Matilde (testigo de nuestra historia),volvió a su casa.Repuso
energías y se fue a dormir para
madrugar al día siguiente.
A eso de la medianoche,(00
horas),Matilde se despertó sobresaltada,pensando que estaba soñando...Pero no
era así.Lo que oía era real:en su cocina había un gran alboroto.¿Cómo puede ser
eso?,pensó.Si aquí vivo yo sola y tampoco tengo mascotas...
Se levantó y fue directa a la
cocina...Cuanto más se acercaba,más claras se oían las voces y gritos.Cuando
llegó entreabrió la puerta,y por una estrecha rendija observó lo que allí
pasaba:todos los utensilios de cocina y electrodomésticos hablaban y se movían
por sí solos.
El microondas se quejaba,pues una
sartén enorme estaba friendo huevos y le salpicaba el aceite hirviendo,y cada
salpicón le quemaba sin piedad.La sartén le contestaba:
-Pues retírate y así no te alcanzarán
las salpicaduras...
El microondas abría y cerraba su puerta con fuerza en señal de
protesta,pero no le sirvió de nada...Hasta que se le ocurrió pedir a la
vitrocerámica que descansara un poco y apagara su fuente de calor.
Los platos,tintineando,aplaudían a la
vitro,pues estaban hartos de trabajar y trabajar,usándoles para poner en ellos
los alimentos...
La nevera,que era muy gruñona,tenía
sueño y no la dejaban dormir en paz,pues constantemente las cazuelas y sartenes
la abrían y cerraban con malos modales para sacar los alimentos que almacenaba
y cocinarlos rápidamente antes de ser descubiertos por la luz del día...
¿Y el lavavajillas? Al principio
estaba calladito para que no se notara que estaba allí,pero pronto empezaron a
meterse dentro los platos,los cubiertos,cacerolas,etc...que habían estado
trabajando,y necesitaban limpiarse...Así que se desperezó y empezó a
trabajar...Pero como estaba de mal humor,empujaba a su hermana la lavadora,que
estaba a su lado.La lavadora le pedía que no molestara por tener que
trabajar,pues ella también lo hacía,pero era mucho más prudente y silenciosa que él,pues a penas se la oía
cuando trabajaba...Tanto le molestó al lavavajillas que adelantó su
programación y se puso a centrifugar para no oirla...Pero la ropa que había en
su interior se estaba mareando y no se movía,por muchas vueltas que diera el
tambor.
De repente todo se quedó quieto y
mudo,pues la olla exprés se dio cuenta
de que estaban siendo observados por la dueña de la casa,y empezó a
pitar desesperadamente para avisar a todos los demás...que obedientes y solidarios,cesaron
inmediatamente en su actividad nocturna.
Así,pacificamente,terminó su aventura
en la cocina...
Y ahora hay quien “todavía” quiere
inventar mecanismos y mandos para lo que llaman “casas inteligentes”.¿Es que no
lo son ya?
Y..¡colorín,colorado...!