viernes, 10 de febrero de 2017


 

LA BOTELLA VERDE
 

Había una vez un anciano.Se llamaba Jacobo.Tenía una fábrica de cristal.Lo que más le gustaba fabricar eran botellas, pues pensaba que eran lo que más se necesitaba para la vida diari;los jarrones y otros objetos adornaban los hogares, pero sin botellas no se podía vivir.

Vivía en un pequeño pueblo al lado del mar.Él fabricaba las botellas y luego en una barca las transportaba a los demás pueblos, pues la carretera estaba siempre en mal estado.

Un día se dirigía a un pueblo muy alejado del suyo.Cargó la barca con las botellas que tenía que entregar y se hizo a la mar.Hacía un día delicioso. la barca se deslizaba sobre las aguas tranquilamente, alrededor los delfines saltaban y daban grititos contentos y felices.

 
De pronto observó a lo lejos unos negros nubarrones amenazadores. ¡Oh Dios mío!, espero que me dé tiempo a llegar a tierra...La barca es muy débil y no resistiría la fuerza del mar.

Comenzó a remar con más fuerza, pues la vela no era suficiente, pero no avanzaba demasiado.Los nubarrones se acercaban muy deprisa y el mar empezaba a encresparse peligrosamente Las fuerzas le fallaban y la vela se rasgó. ¡Qué voy a hacer, no puedo aguantar más!

De pronto le pareció ver a los lejos entre los relámpagos una pequeña isla. Voy a intentar acercarme a la isla.Parece que las olas rompen en la orilla; espero que el mar me vaya empujando hacia allí.

Fueron unos momentos muy duros. Jacobo no podía ver.La lluvia le azotaba la cara.Se hizo totalmente de noche...Solamente veía cuando iluminaban los relámpagos.

De repente le pareció notar que el casco de la barca chocaba con algo. Me parece que hemos tocado tierra.Bajó como pudo de la barca, ya que el viento no le dejaba moverse.

Sí, estamos en una playa, debe ser la isla que he visto antes, tengo que bajar mis botellas, el mar azota y las podría romper.Se puso inmediatamente a llevar a la playa la caja que contenía las botellas. 

Estaba tan cansado que se quedó dormido.Al cabo de un tiempo notó cómo el sol le calentaba...Y se despertó.

A su alrededor todo era tranquilidad; el mar vvía a ser un espejo y el cielo estaba totalmente azul y radiante.

¿Qué voy a hacer? No tengo nada que comer.Hay que salir de aquí.No me buscará nadie, porque no he dicho hacia donde me dirigía.

Pensando, pensando, se puso a mirar las botellas.Y si hago unos mensajes de socorro, los meto en las botellas y las lanzo al mar, alguien los encontrará y me ayudará.

Sacó de un bolsillo de su chaquetón un cuaderno y un lápiz y empezó a escribir con entusiasmo mensaje tras mensaje.

Bueno, están listos los mensajes.Ahora ,a meterlos en las botellas.Se dirigió a la caja de las botellas y empezó a alinearlas en la arena.Había botellas de diversas formas y colores; quedaban preciosas con los rayos del sol dándolas directamente...Cogió la primera botella:era amarilla y redondita, muy bonita. Cuando le quitó el tapón para introducir el mensaje, escucha una voz: ¡Pero qué vas a hacer, piensas meterme ese mensaje y lanzarme al mar! ¡Ni se te ocurra, podría ahogarme...Y soy tan bonita!

¿Qué es esto? ¡Una botella que habla, es increíble!.Mira, no te pasará nada, flotarás y flotarás hasta llegar a una playa.Y ¡que alguien te recoja, lea el mensaje y venga en mi ayuda!

Ni se te ocurra...Me podría comer algún pez.No, no, no y no.Ya pasará algún barco cerca y nos salvará a todos.

Bueno, si tú no quieres ir al agua, te quedarás conmigo; pero a tus hermanas seguro que no las importa.

¿Qué dices? ¿Estas bobo?...¿Ir nosotras al agua y exponernos a mil peligros? ¡Ni lo pienses.Nosotras aquí contigo, calentándonos al sol.Ya vendrá alguien.No hay prisa!

¡Sois unas cobardes y desagradecidas!, Jacobo se ha esforzado en crearnos bonitas, para que ayudemos a las personas y seamos felices ,y ahora que nos necesita le queréis abandonar a su suerte ¡Qué vergüenza!  Puedes contar conmigo. Metedme el mensaje y lanzadme al mar. Dijo una estilizada botella verde.

Gracias.¡Que bien te puse el color “verde esperanza!. la metió el mensaje, cerro bien el tapón, le dio un fuerte beso y la lanzó al mar, ¡Suerte,querida botella!

Las demás botellas dijeron:¡Es una tonta!¡Nosotras aquí tan bien, tomando el sol...!

La botella verde empezó a flotar por el mar.Se cruzaba con multitud de peces de colores, calamares.Un tiburón la quiso comer, pero ella huyó rápidamente. De repente oye una voz que dice: ¡Una botella, que color tan bonita, me la quedaré...!

¿Quién habla?, dijo la botella al oír una voz cristalina a su lado, ¡Pero si es una sirena!, dijo sorprendida.

¿Dónde vas por este océano? Es muy grande y tú eres muy pequeñita. Preguntó la sirena,

.-Tengo que llevar un importante mensaje a una playa, para que salven a Jacobo y a mis hermanas...Han naufragado y están en una isla lejana.

Siendo así, no te preocupes.Yo misma te llevaré hasta la playa para que no te ocurra nada malo.Dicho y hecho:la sirena la tomó en sus manos y empezó a nadar a gran velocidad.Cuando llegaron a una playa la depositó con cuidado en la arena para que alguien la encontrara. Adiós, botellita. Que tengas suerte y te encuentren pronto. Adiós, sirena.Muchas gracias.

Por un extremo de la playa aparecieron un grupo de chicos y chicas, corriendo. Al llegar a la altura de la botella, dice una de las chicas: ¡Mirad, una botella!. Parece que tiene un mensaje en su interior...Miremos.

Abren la botella y leen el mensaje. ¡Tendremos que llevar el mensaje a la policía, para que rescaten al naufrago! Así lo hicieron. La policía mandó un barco a buscar a Jacobo...Lo rescataron junto a las botellas, aunque habían sido malas y cobardes. Jacobo dijo que él las había creado, y las quería.

 
MARIA ESPERANZA ESTEBAN MOYANO, Enero 2017

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